Fotografía: Javier Almunia.
Modelo: Marta Carrera
El origen de las catrinas es mejicano. Fue el muralista Diego
Rivera, esposo de la también pintora Frida Kalo, quien le puso ese nombre a las
antiguamente llamadas CALAVERAS GARBANCERAS. Este nombre se les daba a las
personas que vendían Garbanza, personas que siendo de sangre indígena, querían
hacerse pasar por europeos, renegando de su raza, queriendo adoptar los usos y
costumbres de Europa. Aquí se diría, aunque la mona se vista de seda mona se
queda, aplicable a aquellos que aún siendo pobres quieren parecer ricos.
El caricaturista José Guadalupe dibujó una calavera desnuda
pero con un sombrero muy emplumado, como queriendo decir que por mucha pluma
que se ponga una calavera, es una calavera.
Diego Rivera la dibujó por primera vez vestida en el mural "Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central", acompañada del brazo de su
creador José Guadalupe y muchos personajes más, conocidos y anónimos.
400 años
de vida mejicana que el pintor quiso inmortalizar en este sueño. Desde Hernán
Cortés, pasando por Fray Juan de Zumárraga, primer arzobispo de la nueva
España, algunos presidentes del país, Emiliano Zapata y su propia esposa la anteriormente
nombrada Frida Kalo y un autorretrato de
Diego adolescente.
Las Catrinas en la actualidad han pasado a representar la
muerte y se usa mucho esta caracterización en el día de los difuntos.
Este artículo, nota, escrito o como lo queráis llamar viene a
cuento de las últimas fotografías que está realizando nuestro querido amigo
Javier Almunia, que al igual que Diego Rivera, para mí, claro, ha sido uno de
los pintores más significativos de Méjico, Javier está destinado a ser una gran
figura de la fotografía creativa. Mi enhorabuena a Javier por esta serie y mis
gracias por haber elegido a mi querida Marta Carrera como modelo para una de
las CATRINAS.
Dresán.
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