La OUIJA
Una noche de invierno
Jugando a la ouija
Bajamos al infierno.
Tres perros aullaban.
Se oían truenos.
De los tres,
sollozaba
el más pequeño.
Miramos a la luna.
Con los perros
aullaba el viento.
Un pozo profundo, un
agujero negro.
Una cuerda se rompe.
Silencio, silencio.
Se oyen
ruidos...lamentos
Inacabado cuento.
Vuelven a ladrar los
perros.
Nuestras manos se
encuentran.
Oscuridad silencio.
Un calor sofocante
ahoga nuestros cuerpos.
Ojos que se buscan,
miradas que se cruzan
Silencio, silencio,
silencio.
(Juan Dresán)
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