TRADUCCIÓN AL CASTELLANO POR JUAN DRESÁN.
Los profesionales del transformismo pasan de actuar en ambientes nocturnos mayoritariamente gais a ofrecer sus espectáculos en actos para toda la familia
Son Karla Show y Bárbara Trash. O lo que es lo mismo, Juan Carlos Vázquez Salgueró y David Morales Marín, un pintor decorador manresano y un albañil Berguedà, respectivamente, que los fines de semana guardan la brocha de pintor y el pico y la pala, para transformarse en unas mujeres exuberantes con un gran sentido del humor que amenizan todo tipo de espectáculos. Este diario (REGIO7CAT) ha hablado con ambos transformistas y coinciden en destacar el cambio que se ha producido en su público, que es, de unos años a esta parte, mucho más heterogéneo.
Si hace unos años este tipo de actuaciones quedaban reservadas a un público mayoritariamente gay, en ambientes nocturnos y relacionados con las fiesta, hoy los bolos de estas dos artistas pasan por celebraciones familiares, inauguraciones de tiendas o cenas de amigos. Por lo tanto, tienen un público de todas las edades y sexos.
El profesor de filosofía y escritor berguedano Josep Cunill, quien escribió
Elena Jordi; una reina berguedana a la corte del Paralelo. El teatro de vodevil en Barcelona (1908-1920) 'y quien es un gran conocedor del teatro popular del Paralelo, confirma la evolución que ha vivido el sector del transformismo, concretamente de su público. Cunill lo explica así: «se ha producido una normalización de este personaje del mundo del espectáculo que no es femenino ni masculino. Hoy el transformismo es visto como una manifestación positiva, está muy bien aceptado en contextos familiares, algo completamente impensable hace unos años ».
El manresano Juan Carlos Vázquez, con una larga trayectoria en el mundo del transformismo, explica que esta profesión «ha cambiado muchísimo» y destaca, coincidiendo con Cunill, la evolución del público por encima de la figura del artista: «ahora la gente es mucho más abierta y le da igual la orientación sexual que tengas ». «Hace un tiempo estaba mal visto hacer de transformista».
Pese a no tener una trayectoria tan dilatada como Juan Carlos Vázquez Salgueró, el Berguedà David Morales Marín también afirma que hoy en día hacer espectáculos de transformismo «está mucho más aceptado. Actualmente podemos actuar para públicos de todas las edades y, de hecho, en mi caso, cada espectáculo se adapta al perfil de los asistentes »· Marín considera que el mundo del transformismo« vive un buen estado de salud, ya que hay gente nueva que se quiere dedicar y de momento hay lugar para todos ». Sin embargo, es de la opinión que «todavía es un sector muy desconocido para el público».
Gays y también heteros
Sobre los estereotipos que pesan sobre la figura de los transformistas hay la etiqueta que el artista necesariamente debe ser homosexual. Lo desmiente el Bergueda David Morales Marín, que es heterosexual (es casado y tiene una hija de 18 años). Admite que cuando hace 4 años se introdujo en el mundo del transformismo, a su entorno «le sorprendió un poco», pero después de la sorpresa inicial, dice que «son mis mejores seguidores».
Juan Carlos Vázquez Salgueró también explica que, «si bien es cierto que la mayoría de personas que nos dedicamos a los transformismo somos homosexuales, hay algunos heteros también». Comenta, además, que hay bastante transformistas que se parecen al personaje que interpretan, es decir, que «son muy femeninos». Este, en cambio, no es su caso: «cuando acabo de actuar me quito el maquillaje y soy otro. El Juan Carlos y Karla son la noche y el día. No tienen nada que ver ».
Un niño que se vestía de Lola Flores
Vázquez es un manresano atípico. A los 48 años hace cinco que ha encontrado su gran pasión: la Karla, la mujer a la que da vida cuando se transforma. Entre semana es un pintor decorador que trabaja por su cuenta y los fines de semana se dedica a animar todo tipo de eventos -desde bodas, pasando por inauguraciones, hasta espectáculos en clubes gais- y se convierte en la Karla, una mujer exuberante que encomienda su gran sentido del humor. Vázquez recuerda que ya de pequeño le gustaba apuntarse a todos los saraos, a hacer teatro y en «vestirme de Lola Flores, de vedette, de artista ...». Destaca que lejos de rechazarlo, «los compañeros nunca se habían reído de mí, ni me habían excluido. Más bien era el alma de la fiesta ».
Los primeros contactos de Vázquez con los espectáculos de transformismo comenzaron a principio de los años 90, cuando tenía poco más de 20 años. Recuerda que entonces comenzó a actuar en Sitges y «lo hacía siempre dando el dinero para la investigación contra el sida». Vázquez actuaba ante un público majoritàirament homosexual, interpretar Lola Flores, Pantoja ... «Salía, hacía una actuación de playback, hablaba un poco y ya está ... no era como la Karla, que ya es un personaje», recuerda.
Esta etapa duró un par de años y Vázquez reconoce que terminó dejando las actuaciones para que, «a pesar de que soy homosexual, no me gustaba ese ambiente gay. No me sentía cómodo por la forma en que me trataban ». Durante muchos años Vázquez no se volvió a poner una peluca «ni en carnaval». Hacia el año 2009, sin embargo, Vázquez, volvió a disfrazarse de mujer. Comenzó en carnaval y la primera actuación llegó cuando una amiga le pidió que hiciera un espectáculo en una despedida de soltera: «empecé, y hasta ahora».
Vázquez explica que lo que más le gustó fue «actuar ante un público heterosexual. Era la primera vez que lo hacía y la respuesta fue muy buena. Era un público muy respetuoso conmigo ». A partir de aquí el boca a boca hizo el resto y Vázquez comenzó a recibir llamadas de gente que lo quería ver actuar. Actualmente, la ropa y complementos de la Karla ocupan dos habitaciones enteras del piso de este pintor decorador manresano.
Del terror a las drag-queens
David Morales Marín, Berguedá de 42 años, también creó el personaje de Bárbara Trash un poco por casualidad y por hacer un favor a un amigo. Relata que él habitualmente «hacía espectáculos de terror en Berga y un amigo me pidió que para animar el cumpleaños de su mujer hiciera un espectáculo vestido de drag-queen. Así empezó todo ». A partir de esta actuación, fueron saliendo otros espectáculos en Marín. Hoy mira atrás y confiesa que «nunca imaginé que acabaría haciendo transformismo». De hecho, por ser heterosexual, admite que más de una vez ha habido que explicar exactamente en qué consiste su trabajo, porque hay gente que no lo entiende. Asegura que su mujer le acompaña en todas partes y demás familiares no pierden la ocasión de ver a Bárbara en acción.
Tal como ocurre con el caso de Juan Carlos Vázquez Salgueró y Karla Show, David Morales Marín asegura que él y Bárbara Trash son muy diferentes. «Ella es un personaje muy descarado, glamuroso y con un humor especial. No tiene nada que ver con David y, cuando la gente se entera de que Bárbara soy yo, se hacen cruces. Yo soy muy serio en mi día a día ».
David Morales Marín explica que se siente muy bien tratado en una ciudad pequeña como Berga, «me siento respetado y querido. Además, tengo mi público que me sigue fielmente a las cenas que organizo».